Parece que LiLo ha dado una de las entrevistas más realistas y directas de su historia. Evidentemente, el centro de la misma fueron las diversas adicciones de la protagonista de 'Se Quién Me Mató', y ella no dudó en hablar abiertamente de ello: "era una salida para otros problemas. Era una cosa de las fiestas: llegas, tienen y tú también tomas". La razón, como todos podemos imaginar, es la casa desestructurada en la que creció, pero Lindsay es educada y no les culpa directamente: "Pasaban muchas cosas con mi familia, crecí en un entorno muy caótico. Lamentablemente, esperé demasiado para afrontarlo".
La entrevista tuvo lugar apenas días tras su salida del centro Betty Ford, por lo que la Lohan tenía las cosas muy claras: "después del primer DUI alguien normal pensaría -he de cambiar- pero yo no me di cuenta de eso". Reconoce no sólo sus errores sino que su comportamiento fue más que errático: "Es la definición de locura, hacer la misma cosa una y otra vez. Sé que parte de mí quería ir a la cárcel, a un lugar en el que no tuviera más opción que estar".
Sobre su estancia en rehab, reconoce que esta vez no le costó: "En el pasado nunca antes me había rendido tan fácilmente al hecho de que a veces tengo que callarme y escuchar. Ni siquiera peleé". Lindsay es tan buena que asegura que sus padres nunca la explotaron, como mínimo, no intencionadamente.
Todo esto servirá como precedente para el documental que Oprah realizará sobre el comeback de LiLo, en el que hablarán más a fondo de sus adicciones pero sobre todo se centrará en conseguir que la carrera de nuestra diva Disney vuelva a ser la de antes. ¡Ánimo Lindsay!
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